te formaré una campaña
de todo el camino real
y te mandaré tapar
el río con las corrientes,
y acompañada de gentes
si te fueres a bañar.
Mandaré a buscar a España
para pasar a vergel,
y te mandaré poner
esmeraldas en la boca;
luego pasaré a Europa
a buscar medias y guantes;
una calesa triunfante
pronto yo la haré venir
para cuando quieras ir
me avisarás tres días antes.
Mandaré a bajar del cielo
toda la corte divina,
una corona de espinas,
esto es para tu consuelo;
y sin ponerte en el suelo
en manos de un comandante
mandaré dos estudiantes
para que vayan contigo,
un general y un cabildo,
un comandante y su ley,
y mando brazos de rey
para empedrarte el camino.
Mandaré cuatro soldados
con sus cuatro charreteras
que te saquen en vidriera
con sus fusiles calados;
mandaré dos hacendados,
cada uno con su pluma,
y mando a eclipsar la luna
con doscientos emperadores
que te saquen en primores
de rubíes y diamantes.
2.
Eres rosa entre las rosas,
clavel entre los claveles,
y eres la más linda dama
entre todas las mujeres.
Eres la luna oriental
eres la linda azucena;
hermosísima sirena,
yo quisiera ser tu amante;
tu cuerpo es tan elegante
que eres para mí una diosa
como la dalia preciosa;
a tus piés yo estoy rendido
y en el jardín de cupido
eres rosa entre las rosas.
Naciste de un olivar,
de un árbol fortalecido,
sólo con el dios cupido
te debo de comparar;
yo te mandaré a pintar
con admirados pinceles;
eres rosa si tú quieres
la más bella, la más pura,
y por tu gran hermosura
clavel entre los claveles.
Eres la estrella de Venus,
de los navegantes guía,
eres la aurora del día,
eres el precioso cielo;
eres un bello lucero
que sale de madrugada,
y quien te quiere y te ama
es un bello serafín,
y eres un blanco jazmín
y eres la más linda dama.
Eres tú la encantadora
que encontró mi corazón,
por eso todo mi amor
lo voy a poner en tí sola;
por eso todas las horas
para mí son de placer
y si constante me quieres
yo por ti pierdo la vida;
y eres la más preferida
entre todas las mujeres.
3.
Descose lo que has cosido,
sácame la hebra entera,
paga lo que te has comido
y sal por la puerta afuera.
Retírate de aquí, ingrata,
más no te puedo querer,
pues buscaré otra mujer
que gobernará mi casa;
tú eres mala, eres falsa,
nada me has agradecido;