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Journal of American Folk-Lore.

los días que por tí he perdido
siéndote fiel y constante,
y para no verte delante
descose lo que has cosido.

Ese flus que me has cosido
con puntadas de cuarta a cuarta
y que con algunas faltas,
lo desbaratas en seguida;
yo lo tenía por perdido
pero me sirve siquiera;
lo daré a otra costurera
que bien lo sepa coser
y para el hilo no perder
sácame le hebra entera.

Los gastos que en tí he hecho
desde trajes hasta zapatos,
platillos, tazas y platos
y alimentos para el cuerpo,
no agradeces nada de eso,
lo bien que yo te he servido;
pero estoy bien convencido
que a un buen servicio, mal pago,
y ya que te has enamorado
paga lo que te has comido.

Si a mí me hicieran fiscal
para este caso, en seguida
te hubiera echado al presidio
con cadena temporal;
y si quisieras apelar,
pena de muerte te saliera;
tú eres mala, eres rastrera
y eres mal agradecida;
y si aprecias en algo tu vida
hoy sal por la puerta afuera.

4.

Aunque me pongan paredes
a no dejarme pasar,
por encima he de volar
y caer en tus bateyes.

Hermoso cielo estrellado,
aquí me tienes presente,
aunque de ti vivo ausente
siempre te tengo a mi lado;
sabía que me hallo rodeado
de muy buenos pareceres,
yo cumplo con mis deberes
en donde quiera que estoy,
porque yo a tu casa voy
aunque me pongan paredes.

Aunque de ti vivo ausente,
no pienses en que te olvido,
que yo he de ser para ti
uno de los escogidos;
sabrás que me hallo rendido
con este amor sin igual;
yo sé que hay que tropezar
con varios inconvenientes
y que me pondrán enfrente
que yo no pueda pasar.

Aunque ausente de ti estoy
no tengas ningún cuidado,
yo te cumplo lo tratado
aunque a tu casa no voy;
comprenderás tú que estoy
en este amor sin igual;
si te tratan de ocultar
a la más alta región
que yo he de buscar protección
y por encima he de volar.

Yo contemplo desde lejos
el lugar donde tú estas,
porque veo de noche y día
tu imágen en donde quiera;
esos fueron los reflejos
según los marcan los reyes,
y si es verdad que me quieres
pronto te veré en mis brazos,
y yo he de salvar las paredes
y caer en tus bateyes.

5.

Recuerdo cuando te ví
y en tu rostro me fijé;
sobre mi alma gravé
amor puro para ti.

Una tarde silenciosa
sentí una fuerte pasión
y latía mi corazón
al contemplarte dichosa;
siendo tú la más hermosa
extasióse mi alma aquí;
al momento yo verti
fuertes lágrimas de amor,
y al contemplar una flor
recuerdo cuando te ví.

Mi pecho late por ti
y se sentía enamorado