te explico en esta alianza,
ven con tu dinero falso
y con dinero no se paga.
45.
Esta noche, vida mía,
vengo a dos cosas dispuesto:
a matar o a que me maten,
a vivir o a quedar muerto.
Eres linda y primorosa
como los rayos solares;
en ti no hay dificultades
eres la más linda rosa;
con tus miradas hermosas
me tienes de noche y día
en una fuerte agonía,
que estoy sufriendo por ti;
vengo a que me des el sí
esta noche, vida mía.
Yo no creo en ti, vida mía,
que tú seas conmigo ingrata;
si el amor tuyo me mata
nunca se ha llegado el día;
después que tú seas mía
yo te estamparía en mi pecho;
yo mi corazón te ofrezco,
todo lleno de dolor,
y si no consigo tu amor
vengo a dos cosas dispuesto.
Estoy sufriendo por ti,
padeciendo por tu amor,
sufriendo mi corazón,
compadécete, por Dios;
mi pecho te declaró
solo al verte tan brillante,
yo quisiera ser tu amante,
y aunque pase mil fatigas
porque tu amor me obliga
a matar o a que me maten.
Espero en ti, vida mía,
siquiera un rato de gozo
y mi corazón gozoso
está lleno de alegría;
espero en ti, bella alelí,
la firmeza de tu pecho;
yo mi corazón te ofrezco
según te lo he declarado,
y hoy me tienes a tu lado
a vivir o a quedar muerto.
46.
Contesto esta poesía
a favor de Don Adrián,
porque le querían atacar
la turba del otro día.
En el barrio del Roncador
tenemos un vigilante
que se llama Antonio Márquez.
El se hace compositor;
está metido en un horror
sin conocer todavía
quien ganará la porfía
de estas nuevas elecciones;
con derecho y con razones
contesto esta poesía.
Habiendo tantos caminos
los que se pueden coger
está demás ir a volver
a coger otros destinos;
los que votarán conmigo
no me debían de olvidar,
si quieren pueden votar
con derecho y con razón,
porque está el Gobernador
a favor de Don Adrián.
Científico, inteligente,
de la botánica entera
busque la idea que quiera,
puede contar con su gente;
aquellos antecedentes
si quiere le pueden llamar
hasta la junta central
para el voto a mi favor,
y en contra de aquel traidor
porque le quiere atacar.
Acuérdate, para la izquierda
perdiste las elecciones;
ganaron las convenciones
por ponerte a la derecha;
que tarde te has dado cuenta
por poner todos los días
las hojas sueltas perdidas
que todo el mundo se enteró;
publiquen en sus papeles
la turba del otro día.