Nadie diga, — Yo no bebo
agua sucia de un barril.
Ninguno escupa pa arriba
sin saber el porvenir.[1]
Dígame que determina
tocante a lo que le hablé;
porque es mucha la tardanza
y la causa es por usted.
Décimas Nos. 138, 145, 148, belong with type A, of the class of Nos. 129-136, where the verses of the introductory quatrain are identical.
136.
Quién fuera peine en tu pelo,
y alfiler de tu pechera,
y lazo de tu cintura
y hebilla de tu chinela;
pués de tus brazos pulsera
para en tu rostro alumbrar,
contigo quisiera estar
todo en tu cuerpo fijado;
y para ser más apreciado
quién fuera rico coral.
Quien fuera rico diamante
y que en tu pecho alumbrara,
quien fuera polvo en tu cara
y tu pulido semblante,
hecho de color constante
a las finas maravillas;
quién fuera peine o peinilla
para rizar tu cabello
y darte vuelta en el cuello;
perla de tu gargantilla.
Quién fuera ramo de flores
para adornar tu verjel;
quién fuera rico clavel
de diferentes colores;
de tu chaqueta, botones
hechos de varias pinturas;
quién fuera tu vestidura
y el traje más apreciado,
de blanco, azul y encarnado
y el lazo de tu cintura.
Quién fuera pantalla de oro
colgada de tus orejas,
para que todos me vieran
como el más fino tesoro;
por ti me expusiera a todo
hasta dar fin a mi vida.
Quién fuera media tejida
y se hallase entre tus piés,
y del más fino dublé
de tus zapatos la hebilla.
137.
No me quisiera acordar
de una novia que yo tenía.
Yo a mamá le pregunté
y al suelo bajé mi rostro.
— Hijo, no te vuelvas loco
por mujer de mala fé;
voy a darle a comprender
a un hombre sin corazón;
llenate de regocijo
que ella sola no es mujer.
Voy a ponerme a cantar
con alegría y contento
para borrarla del pensamiento.
Ganas me dan de llorar;
yo quisiera averiguar
si ella se quiere ir con él
para que le sirva fiel
lo mismo que le fuí yo;
y si acaso él se la llevó
ella sola no es mujer.
Yo la quería como esposa
y la amaba con buena fé,
pero la traición que fué
que me salió escrupulosa;
que viva bien y graciosa
con mucho gusto y placer;
se recordará de aquél
que por ella perdía la vida
y a ella le dije: — Cecilia,
tú sola no eres mujer.
Adiós pueblo de mi vida
donde yo me recreaba,
- ↑ One of the coplas senlenciosas o proverbiales, a common type of introductory quatrain, already discussed.