para servir de padrinos
a estos novios consagrados;
a la novia le han comprado
un vestido y una gorra
y se presenta la zorra
que los quiere acompañar,
porque se van a casar
el cotorro y la cotorra.
Sale el alcatraz mojado
con el pico de una vara,
y se presenta en la sala
creyendo ser el nombrado.
El múcaro lo ha llamado
y lo ha atado al secreto,
y le dió la espalda a un seto
antes que venga el judío,
porque los novios se han ido
y están en un palo hueco.
Sale el pato a la carrera
queriendo ser bastonero,
y se le cayó el sombrero
al subir por la escalera.
Una paloma ligera
vino a ver este embeleso,
a ver cual era el sujeto
el presidente del baile,
y se han ido los compadres
y están en un palo hueco.
135(a).
Llegó la guinea culeca
cantando buba {sic) borracha;
y salió una cucaracha
estrenando una peineta.
Salió un burro echando cuartetas
y décimas de alegría,
y salió una culebrilla
en la orilla de un caño;
y por ver el desengaño,
el cotorro les decía.
Llegó el alcatraz mojado
como el pico de una vara.
Se presentó en la sala
diciendo que era nombrado.
El múcaro lo ha mirado
y le guarda su secreto.
Puso la espalda al seto
cuando el judío pasaba;
y si los músicos se han ido
búscalos en el palo hueco.
C. OF THE TYPE CONSISTING OF FOUR REGULAR DÉCIMA STROPHES.
Some of these belong with type A, with the traditional and conventional cuarteta or redondilla missing.
Since the following décimas are not different from those of type A with the exception of the missing quatrain, no further commentary is required. It is only necessary to state that some of them certainly belong with class A, the quatrain which introduces the décimas being lost through error or forgetfulness. By observing the last verse of each of the four décima strophes it is possible in some cases to give the
lost quatrain; the sense, metre, and rhyme make the popular quatrain complete. In Nos. 136, 139, 140, 150, 151, 152, the introductory quatrains lost should be, —
Quién fuera rico coral,
perla de tu gargantilla,
y el lazo de tu cintura,
de tus zapatos la hebilla.
De esta claridad despierta
es la noche su enemiga;
cuando menos a la puerta
trampas a perder la obligan.
Por otro me olvidaste,
mujer falsa y sin sentido;
sin querer me va a costar
de mi memoria olvidarte.
Diga usted, señor platero,
el oro que es menester
para estampar un besito
de boca de una mujer.