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Porto-Rican Folk-Lore.
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que te puedo asegurar
que un bronce hiciera llorar,
y a la más horrible fiera;
tu pecho se enterneciera
y lástima te había de dar.

Debajo de un arroyuelo
sale el agua permanente;
hace correr una fuente
al golpe de un dolor santo;
pero mira mi quebranto
como te digo de veras,
para que reconocieras
que te amo en realidad;
y yo entonces te explicara
mi sentimiento y mis penas.

Cuando yo a comer me siento
es mi pena y ansia tanta
que pasan por mi garganta
más lágrimas que alimento;
y si me escuchas atento
lo que te quiero explicar,
no me habías de negar
el consuelo de mi llanto;
de verme en tanto quebranto
lástima te había de dar.

Cuando más a gusto estoy
gran tristeza en mí se halla;
para conseguir tu amor
no me sujetan murallas;
mi corazón por las playas,
gimiendo con grandes penas,
aunque lejano estuviera,
pasando mares afuera,
no te había de olvidar
para que pudieras ver,
aunque amor no me tuvieras.

147.

Esta mañana salí
con una perra en la mano,
y como tenía mal de rabia
el gran diablo se me escapó;
ahí me quedé parado,
pensando qué había de hacer,
y a Julián le pregunté
que componen cinco gramos.
— Félix, — me dice, — tú ves
de esta carrera mundana.

Yo le pregunté a Pascacio:
— ¿Una perra, cuánto vale?
y él me dice: — ¿Tú no sabes?
Pregúntaselo a No Santos.
Se pasan dos mil quebrantos
con esas perras tan feas,
y como tan viejas están
el demonio que las comprenda;
quedaremos en la estaca
con esas leyes modernas.

Yo le pregunté a Lalo:
— ¿Una perra cuanto vale?
pero él me dijo : — Compadre,
pregúntaselo al demonio malo,
Sólo me pudo decir:
— Pregúntaselo a Martín,
que ése entiende de centavos
y te puede decir al fin.
Se han amarrado los chavos
con esas leyes modernas.

Domingo por la mañana
me fuí a comprar, . . .
casa de Felipe el tuerto,
y él me dijo: — Yo te advierto
que es por moneda especial;
para toda plata es buena
hasta que pasa hasta el cartón;
no se mienta ni un vellón
para alivianar las penas
con esas leyes modernas.

148.

¡Madre! ¡Qué palabra hermosa
para un hijo agradecido!
Ella interpreta el quejido
en la noche silenciosa;
ella le enseña gustosa
con amable voluntad;
lo enseña a decir verdad
por la noche en la oración;
y si coje educación
aprende a decir papá.

Papá no está muy bien dicho,
bien debes tú comprender.
Lo exije nuestro deber
y progreso en Puerto Rico.
Ahora, mi querido hijito,
gobierno es la voluntad;
deber y derecho, igualdad,