¡ay! se le allegan
buscando la cueva
derecho a Belén,
donde estaba El
para noche buena.
A la media noche,
golpe de las seis,
nació Jesucristo
entre mula y buey;
los santos a El
le traían las nuevas
que lo detuvieran
donde lo tenian,
lo perseguirian
para noche buena.
A la media noche,
golpe de las siete,
nació Jesucristo
sentenciado a muerte;
Herodes le advierte
ponerle cadenas
donde lo cogieran
darle la lanzada,
que no gobernara
para noche buena.
A la media noche,
golpe de las ocho,
nació Jesucristo
como cariñoso,
como poderoso;
rey de cielo y tierra
a este mundo llega
padre criador,
de gobernador
para noche buena.
Dennos aguinaldo
por el que nació
envuelto en las pajas,
y en la ctuz murió;
tormento sufrió
por el fiel cristiano;
lavarán las manos
todos los sayones;
y adiós señores
porque ya nos vamos.
196.
No habrá otra luz
como la del día,
ni habra otra mujer
como fué Maria,
que fué concebida
y fue benditísima;
como amabilísima
fue Madre del Verbo;
no hay otra justicia
como la del cielo.
Quizá hay quien diga:
— Yo tengo poder,
pero no hay quien haga
lo que hizo El.
Pudo renacer
de María Santísima;
como amabilísima
fué Madre del Verbo;
como la del cielo
no hay otra justicia.
Quizá hay quien diga:
— Yo soy poderoso,
no hay quien haga un mundo
como lo hizo Dios.
No se encuentra otro
como el Padre Eterno
que hizo el infierno
y a María tan bella;
no hay otra en la tierra
como la del cielo.
Quizá hay quien diga:
— No creo en lo santo,
y el día que se muera
verá su quebranto;
ahí serán sus llantos
delante de Dios;
en un solo seno
que hizo Jesucristo,
el grande y el chico,
el malo y el bueno.
Quizá hay quien diga:
— Yo no creo en Dios,
y el día que muera
ese día creyó.
Después que se hallare
en aquel lugar
le van a juzgar
todos sus pecados,
y seremos llamados
ante el Tribunal.