cuando me senté a tu lado
con un amor muy ardiente;
estampé sobre mi mente
esa pasión que os brindé,
volviendo a mi alma la fé
viendo un amor abnegado;
cuando me encontré a tu lado
yo en tu rostro me fijé.
¡Oh! ¡qué amor abrasador
se encuentra en mi ardiente alma!
No estoy un momento en calma
si no consigo tu amor;
soy futuro trovador
que en tu ventana te canta
los amores de mi alma;
te confieso toda mi pasión
y al contemplar una flor
me parece verte a ti.
Tu belleza me encantó,
tu gracia y tu figura,
una diosa te me figuras;
quedó mi pecho anegado;
el corazón me has robado
desde el punto en que te ví;
grandes ratos tuve calma
reconcentrando en mi alma
amor puro para ti,
amor que llena mi alma.
5(a).
Recuerdo cuando te ví
en tu rostro me fijé.
en mi alma yo encontré
amor puro para ti.
Una tarde silenciosa
senti una fuerte pasión,
latía mi corazón
al contemplarte dichosa;
siendo tú la más hermosa
extasiose mi alma aquí;
al momento yo vertí
dulces lágrimas de amor,
al contemplar una flor
recuerdo cuando te ví.
Mis labios que son tan mártires
se sentían enamorados
cuando me sentí a tu lado
con un amor muy inmenso;
estampé sobre mi mente
esa pasión que te brindé,
volviendo a mi alma la fé
viendo un amor abnegado,
cuando me encontré a tu lado
yo en ti sola me fijé.
¡Oh! ¡qué amor devorador
rebosa en mi ardiente alma!
No estoy ni un momento en calma
si no consigo tu amor;
yo soy tu fiel trovador
que en tu ventana te canto;
te contemplo y no sé que
germinaba con fulgor;
viéndote hermosa con pasión
en mi alma te gravé.
Tus bellezas me encantaron
tus gracias y tu figura,
eres diosa por tu hermosura;
quedó mi pecho hechizado;
el corazón me has robado
desde el punto en que te ví;
grandes ratos estuve en calma
reconcentrando en mi alma
amor puro para ti,
amor que llena mi alma.
6.
Aunque me ausente de ti
no es por dejarte burlada,
si no es por quererte bien
porque el mucho amor enfada.
Cierto es que estoy dividido
de este amor tan verdadero,
pero no he sido el primero
que es un tanto atrevido;
si tú echas en olvido
la fé que te prometí
y si lo piensas de mí
te hallas equivocada,
y no te hagas la enojada
aunque me ausente de ti.
Cierto es que he estado sin verte
hace un tropel de tiempo,
pero con el pensamiento
siempre te tengo presente;
te encuentro tan permanente
tu cara bella, estimada,
VOL. 31.—NO. 121.—20.