Sufro con resignación
la ausencia de mi familia,
y siempre mira que te ama
mi corazón, que ha llegado
la ocasión de no poderte
ir a ver por estar metido
dentro de paredes;
y yo no tengo abrigo
y siempre recordando vivo
a un solo y querido ser.
Si el pensamiento no tarda
pienso ir donde yo deseo;
todos los días yo te veo
con los ojos de mi alma;
tan triste y penosa calma
como en la que yo me hallo;
yo quisiera mejor que mi Dios
me quitara de este mundo;
acuérdate de aquel profundo
amor que te profesé.
Si algún día un amigo
de los míos te preguntara
por mí, diles que yo estoy
metido dentro de paredes;
es un favor que te pido,
bien lo debes comprender,
si es que piensas por deber
aunque tarde sea tu vista,
espero de Dios que siempre
tú sola me has de querer.
Cuando estaba en mi carrera
tú siempre me lo decías;
más triste para mí sería
porque en la prisión me vieras
que a ti te causara pena
decir que me habías querido;
ya mi nombre se acabó,
ya yo no me llamo aquél;
acuérdate de aquel ser
que de tu casa salió.
28
No hagas caso, Rafael
de palabras que te digan,
que te cae la ley encima
sin poderte defender.
No acostumbres a tomar
de mañana muchas veces,
que van y te echan seis meses,
sin poderlo remediar;
nunca acostumbres andar
con quien no lo sabe hacer;
todavía aunque tu mujer
sea más linda que una estrella
si hay quien la enamore a ella
no hagas caso, Rafael.
Y esa maña que tú tienes
de siempre estar retozando
ya la puedes ir dejando,
que eso a ti no te conviene;
porque como están las leyes
no hay padrino que te sirva;
te aconsejo que no sigas
esa vida desordenada,
ni trates de hacerte caja
de palabras que te digan.
Deja el vicio de jugar,
que el jugar está regulado;
si la policía te coge
lo vas a pasar bien mal;
no trates de recholiar
con la mujer de la vida,
todavía aunque te diga
que eres un hombre intrigante
la mano no la levantes
que te cae la ley encima.
Si hay quien te ofenda en palabra
nombra dos o tres testigos
y denúncialo en seguida,
que el juez no conoce el caso,
porque hasta con una palabra
te puedes comprometer;
procura siempre tener
la razón a donde vayas
y no irás a los tribunales
sin poderte defender.
29
Los ojos del gavilán
los ojos del gavilán,
los ojos del gavilán,
los ojos del gavilán.
29-36. These décimas are of a new and special type, where the quatrain which introduces the décimas has four identical verses, evidently to add force. I have not seen any décimas similar to these from other Spanish countries.